Falta de aire por ansiedad. Causas y cómo gestionarla

falta de aire por ansiedad

Es normal, que en ocasiones cuando hacemos deporte podamos sentir que no podemos respirar cómo lo hacemos de forma habitual, que nos falta el aire. Pero en otras situaciones, en las cuales no estamos realizando ningún esfuerzo, y sin ninguna causa aparente, ¿es posible que nos podamos encontrar en la misma situación de falta de aire? La respuesta es: . Si estás sintiendo esto, es posible que estés experimentando sensación de falta de aire por ansiedad. E incluso hallas dejado de hacer deporte, ya que las respuestas fisiológicas naturales del cuerpo al hacer ejercicio, te recuerdan a las respuestas de tu cuerpo ante la ansiedad.

Síntomas más comunes

Tener la sensación de no poder llenar los pulmones del todo o no poder soltar todo el aire

Mareos, vértigo, náuseas o vómitos

Presión en el pecho o dolor, cuello, espalda, brazos o zona abdominal, palpitaciones, taquicardia, sudoración, temblores o escalofríos.

Sensación de pánico, miedo, inseguridad o desesperación.

¿Qué relación hay entre la ansiedad y la falta de aire?

Cuando percibimos una amenaza, ya sea real o imaginaria, se activa nuestro sistema nervioso, para ser más exactos, se activa el sistema nervioso simpático. Esta activación nos prepara para la respuesta de lucha o huida, preparando al cuerpo para reaccionar de una forma rápida y eficaz, haciendo que experimentemos hiperventilación, entre otras causas descritas anteriormente. Esta hiperventilación viene generada por una desregulación entre el oxígeno y el dióxido de carbono en la sangre, causando esta sensación de asfixia y de mareo

La realidad de esta situación, es que hacemos respiraciones muy cortas y rápidas, pero no nos falta el aire, sino que estamos metiendo demasiado oxígeno al cuerpo y no dejamos que expulse dióxido de carbono. Y como el cuerpo es muy sabio, nos intenta regular, pidiéndonos no respirar tanto

¿Cuál es el problema? Esa demanda de nuestro cuerpo de “respirar menos”, la percibimos de forma incorrecta, ya que tenemos la sensación de que nos estamos ahogando. En ese momento, intentamos respirar más y más, provocando que nuestro cuerpo nos siga pidiendo respirar menos, entrando en una lucha de la cual no vamos a salir victoriosos. ¿Extraño, no? Pero la realidad, es que nuestro cuerpo es mucho más sabio de lo que nos podemos llegar a imaginar.

Señales de que la falta de aire es causada por la ansiedad

Teniendo en cuenta que la dificultad para respirar puede ser un síntoma también de otros problemas de salud, es importante saber cuándo está relacionado con la ansiedad. Algunas de las causas por ansiedad pueden incluir:

Pasa en momentos de estrés o mucha preocupación y puede estar acompañado de otros síntomas de ansiedad, como pueden ser pensamientos catastróficos o sensación de miedo.

Si la persona se distrae o se relaja suele mejorar en el momento.

No está asociado a actividades físicas que puedan causar estas sensaciones.

Suele aparecer de manera intermitente, sin que esté relacionado con esfuerzo físico.

Posible hormigueo en manos o cara debido a la hiperventilación.

Disminuye cuando se realizan respiraciones controladas.

No está acompañado de otros síntomas más graves, como puede ser labios azulados o posible pérdida de conciencia.

Los chequeos médicos no han detectado problemas pulmonares o cardiacos.

Es importante descartar otras posibles enfermedades, como puede ser asma, enfermedades pulmonares, infecciones respiratorias o problemas cardíacos.

ansiedad falta de aire

Cómo gestionar la falta de aire por ansiedad

Si se trata de falta de aire por ansiedad es importante mantener la calma, aunque estemos asustados, ya que se trata de un síntoma pasajero y no es peligroso. Puedes regularte de la siguiente manera:

Intenta cambiar el foco, no pelees contra los síntomas

En ocasiones al intentar respirar ¨bien¨ nos bloqueamos más. Para evitar esto, puedes aceptar el malestar como algo momentáneo que acabará pasando. Puede decirte algo como: Esto ya me ha pasado antes, sé lo que es y acabará pasando.

Respirar lento, pero no profundo

A veces se intenta respirar profundamente en este momento, pero esto puede ayudar a hiperventilar más. Puedes probar de inhalar por la nariz 4 segundos contando mentalmente, pausar la respiración 2 segundos y exhalar muy despacio durante 6 segundos.

Intenta liberarte de la tensión corporal

El cuerpo al sufrir ansiedad se suele tensar, es importante que tomes conciencia de tu postura en ese momento a través de un pequeño escaneo e intentes relajar las zonas que encuentres con tensión.

Toma conciencia de lo que te rodea

Al tener ansiedad te metes en los pensamientos, una forma de salir de ahí puede ser tomar conciencia de lo que hay a tu alrededor, describiendo lo que ves y escuchas. Esto te ayudará a mantenerte en el presente y salir del pensamiento “no puedo respirar”.

El sentir que te quedas sin aire es una experiencia que angustia y da miedo, sobre todo cuando no hay una causa aparente al síntoma. Si no existe algún problema médico y esta falta de aire aparece en episodios de estrés, de preocupación o sin motivo aparente, es probable que estés sufriendo una respuesta fisiológica a la ansiedad. Pero no es peligroso, tu cuerpo está funcionando correctamente, está tratando de protegerte, aunque a priori parezca lo contrario. Recuerda que tiene explicación lo que te está pasando, que no es nada raro, y que se puede trabajar con ayuda de un psicólogo especialista en ansiedad para que tu día a día sea lo más funcional posible.

Consigue tu primera sesión de valoración gratuita

Espero que ahora puedas entender mejor por qué te sucede esto y qué puedes hacer para intentar gestionarlo de la mejor manera posible. Si conoces de alguien que alguna vez haya padecido estos síntomas, compártele este artículo para poder echarle una mano. ¡Un abrazo! 🙂

¡Compártelo!
WhatsApp
Facebook
Twitter
LinkedIn
Telegram
Email

José Miguel García

Psicólogo de Centre Didoni

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Consulta la política de privacidad antes de enviar tu comentario.

Habla con nosotros

Consigue una sesión de valoración gratuita