¿En tu círculo social hay algún amigo/a o familiar que padece ansiedad y no sabes muy bien cómo ayudarlo/a? Una persona que padece de ansiedad está pasando por un proceso emocional donde el miedo se apodera de su realidad. Es decir, aparece un miedo intenso hacia un peligro real o imaginario que generalmente está relacionado con el futuro.
Para quienes acompañan a una persona con ansiedad (familia, amigos o compañeros de trabajo), las palabras que elijan pueden marcar una gran diferencia. Aunque siempre es con la mejor intención, podemos decir cosas que, en estos momentos vitales, no ayudan e incluso mantienen/agravan la situación. En este artículo, te explicaré la importancia de nuestras palabras y te ofreceré algunas guías sobre qué decir y qué no decir a una persona con ansiedad para brindar apoyo efectivo.
La importancia de nuestras palabras
El lenguaje que utilizamos tiene un impacto significativo en el bienestar emocional de las personas. Para alguien que sufre de ansiedad, una frase aparentemente inofensiva puede ser percibida como invalidante y generar frustración. Por ejemplo, “no seas tan dramático/a”, esta frase que decimos con la intención de disminuir la gravedad de la situación, está invalidando el estado emocional de la persona, provocando una sensación/pensamiento que aquello que siente está mal o que no es para tanto, y en consecuencia existe el riesgo de que la persona que sufre de ansiedad minimice su salud mental.
Asimismo, les estamos mandando un mensaje de rechazo, haciéndoles llegar que no somos un espacio seguro donde poder hablar y exponer sus miedos, dudas o necesidades y que este proceso solo depende de uno mismo, sin obtener apoyo familiar o social.
Por el contrario, expresiones adecuadas «¿cómo puedo ayudarte?», pueden proporcionar alivio, apoyo y comprensión ante la situación que están viviendo. Al elegir nuestras palabras con empatía y conocimiento, podemos convertirnos en un recurso valioso dentro de su proceso de afrontamiento y superación. Recordar que la validación emocional y el apoyo de las personas cercanas ayudan a que los procesos terapéuticos tengan una evolución favorable.
Qué no decir a una persona con ansiedad
Cuando alguien padece ansiedad, es importante evitar frases que minimicen/invaliden su experiencia o generen una presión innecesaria. Algunas expresiones comunes que suelen ser contraproducentes son:
"Cálmate" o "No es para tanto."
Esto provoca que la persona se sienta incomprendida o culpable por su reacción emocional, sintiendo que hay una exageración ante una situación absurda.
"Todo está en tu cabeza."
Aunque la ansiedad tenga un componente irracional, no significa que sea fácil de controlar. Frases como esta pueden invalidar su sufrimiento.
"Deberías relajarte."
La ansiedad no es una elección, y relajarse no es algo que se pueda imponer. Existen técnicas de relajación, pero no se pueden llevar a cabo en cualquier momento de la ansiedad, sino en momentos determinados que enseñamos durante el tratamiento.
"Otros están peor que tú."
Comparar su malestar con el de otras personas no ayuda y puede hacer que la persona se sienta juzgada o incomprendida.
"Tienes que ser fuerte."
Implica que la ansiedad es una debilidad, cuando en realidad es una condición psicológica que requiere comprensión y apoyo.

Qué decir a una persona con ansiedad
En lugar de minimizar o invalidar la ansiedad de una persona, aquí te dejo unos ejemplos con un enfoque empático y de validación emocional:
"Estoy aquí para ti".
Transmitir apoyo incondicional ayuda a la persona a sentirse acompañada, validada y comprendida.
"No estás solo/a en esto."
Saber que cuenta con alguien que lo entiende puede aliviar la sensación de aislamiento y ayuda a romper con la estigmatización.
"¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte?"
Brindar ayuda de manera abierta sin presionar es una forma efectiva de apoyo, respetando los tiempos de cada persona.
"Es normal sentirte así, y está bien."
Validar sus emociones ayuda a que no se sienta culpable por experimentarlas, y a normalizar situaciones que generan malestar.
"Respira conmigo, vamos paso a paso."
Acompañar en la regulación emocional es más útil que simplemente dar indicaciones. Convertirnos en su modelo ayuda a que la persona que está con un ataque de ansiedad pueda mimetizar nuestros movimientos para salir de su bucle.
Las palabras que elegimos pueden ser una herramienta poderosa para apoyar a quienes viven con ansiedad. Evitar frases que minimicen su malestar y optar por un lenguaje comprensivo y empático puede marcar la diferencia en su evolución terapéutica.
Asimismo, las personas que padecen la ansiedad agradecen los gestos de empatía y escucha activa, sentirse escuchados y no juzgados tiene la misma importancia que saber elegir las palabras adecuadas para validar su situación emocional. Apoyar a nuestro/a familiar o amigo/a a acudir a terapia para superar su ansiedad también es validar su malestar, además de formar parte de su proceso y ayudarle a dar el primer paso.
Consigue tu primera sesión de valoración gratuita
Espero que este artículo te pueda servir para saber cómo ayudar a una persona con ansiedad. Si conoces a alguien que conoce a una persona con ansiedad y no sabe muy bien cómo ayudarla, puedes pasarle este artículo para echarle una mano. ¡Un abrazo muy fuerte! 🙂

Anaïs Giraut
Psicóloga de Centre Didoni