Dolores musculares por ansiedad. Cómo aliviarlos y su tratamiento

dolores musculares por ansiedad

¿Cuántas veces sueles estirar los brazos y mover el cuello de lado a lado por tener dolor muscular? Estos síntomas pueden estar relacionados con la ansiedad, una emoción que, aunque empiece en tu mente, repercute en tu cuerpo.

Estos dolores musculares son más frecuentes de lo que crees. Cuando experimentas ansiedad o estrés a largo plazo, esto provoca la liberación de hormonas del estrés, que causa una inflamación general. Estas hormonas acaban provocando un agarrotamiento muscular sin darte cuenta, dando paso a los dolores, tensiones, rigidez y espasmos musculares en tu cuerpo.

En este artículo, te voy a explicar cómo la ansiedad y los dolores musculares están conectados, siendo el primer paso para encontrar alivio y mejorar tu calidad de vida.

Síntomas de los dolores musculares por ansiedad

Tensión muscular generalizada, especialmente en zonas como el cuello, hombros y espalda.

Calambres o espasmos musculares, siendo más común a la hora de dormir.

Rigidez muscular. Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, así como una inflamación en las extremidades.

Bruxismo. Un dolor intenso en la mandíbula y en los músculos alrededor de la boca causado por apretar y/o rechinar los dientes de manera inconsciente durante un largo periodo de tiempo.

¿Por qué la ansiedad puede generar dolores musculares?

En primer lugar, encontramos la relación entre la ansiedad y la tensión muscular. Cuando experimentas ansiedad, tu cuerpo entra en un estado de alerta constante para estar preparado para «luchar o huir«, lo que activa tu sistema nervioso simpático, provocando así la tensión muscular. Si esta tensión se mantiene en largos periodos de tiempo, es cuando se generan tensiones musculares en zonas del cuello, hombros, boca y espalda.

Por otro lado, la liberación de hormonas estresantes como la liberación del cortisol influyen en la inflamación muscular, provocando así, una mayor intensidad del dolor y la rigidez. En estos casos, si no gestionas tu ansiedad, esta inflamación puede cronificarse.

Finalmente, tanto el estrés emocional como la ansiedad pueden llevarte a ciertos hábitos físicos que intensificarán los dolores musculares, como por ejemplo: una postura rígida o incorrecta, movimientos repetitivos y la falta de actividad física.

¿Cómo puedo saber si mis dolores musculares son provocados por ansiedad?

Los dolores musculares derivados por ansiedad pueden diferenciarse de otras condiciones médicas, cuando:

Suelen ir acompañados de otros síntomas como tensión en el cuello (cervicales) y hombros, rigidez generalizada y una sensación de malestar constante.

Estos dolores suelen aparecer o intensificarse durante periodos de estrés o ataques de pánico.

La tensión muscular disminuye cuando se aplican técnicas de relajación para reducir la ansiedad.

Estos dolores van acompañados de otros síntomas de ansiedad como palpitaciones, sudoración, mareos, etc.

ansiedad y dolores musculares

Cómo aliviar los dolores musculares por ansiedad

Relajación muscular de Jacobson

Esta técnica consiste en tensar y relajar distintos grupos musculares de manera consciente durante 5 segundos cada grupo.

Empiezas con las manos, sigues con el abdomen, glúteos, cuádriceps, gemelos y terminas con los pies. Este circuito lo repetirás 3 veces. Esta técnica, además de liberar la tensión acumulada, te ayuda a identificar las zonas inflamadas y a trabajar la atención plena. Te lo explico detalladamente en este artículo.

Respiración cuadrada

La práctica de esta respiración te ayuda a realizar una respiración profunda y lenta. Cuando estás ansioso, puede ser que tiendas a realizar respiraciones superficiales agravando la tensión muscular.

El objetivo de la respiración cuadrada es lograr calmar la mente y el cuerpo, con el fin de destensar la musculatura y recuperar buenos hábitos físicos (postura).

Actividad física

El movimiento es una de las formas más efectivas de liberar tensiones acumuladas. Por ello, actividades como andar, nadar, pilates, yoga, entre otros, ayudan a estimular la liberación de endorfinas, mejorando tu estado de ánimo y relajando la musculatura.

Fisioterapia y/u Osteopatía

Realizar sesiones de reeducación postural y descargas musculares junto con la terapia psicológica, ayuda a aliviar el dolor de manera más rápida.

Mantener hábitos saludables

Establecer una buena rutina de sueño y una nutrición saludable ayuda a aliviar los síntomas asociados a la ansiedad y a combatir el dolor muscular.

Terapia psicológica

Aunque las técnicas anteriormente comentadas te pueden ayudar a reducir el dolor muscular, es importante recordar que el origen de esa tensión o agarrotamiento viene provocado por la ansiedad. De tal modo, mantener una terapia psicológica con un psicólogo/a especialista en ansiedad te ayudará a identificar y gestionar los pensamientos y conductas que te mantienen ansioso, con el fin de aprender a gestionar tu vida de una manera sana.

Los dolores musculares por ansiedad acaban debilitándote tanto físicamente como mentalmente. Saber identificar la causa de estos dolores limitantes como consecuencia de episodios ansiosos o de estrés y poner en práctica las distintas estrategias proporcionadas anteriormente, marcaran la diferencia para poder superar tu ansiedad, además de poder valorar el empezar una terapia psicológica con un psicólogo/a especialista en ansiedad.

Si te ha servido de ayuda este artículo, puedes compartirlo con esa persona que sabes que está sufriendo de dolores musculares y además padece ansiedad. Así, podrá entender mejor lo que le está sucediendo y buscar posibles soluciones.

Igualmente, si tienes alguna duda sobre ello, puedes escribir un comentario o contactar con nosotros. ¡Un abrazo! 🙂

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Anaïs Giraut

Psicóloga de Centre Didoni

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