Tabaco y ansiedad. ¿Cómo quitar la ansiedad del tabaco?

tabaco y ansiedad

Algunas personas cuando sienten ansiedad recurren al tabaco con el fin de encontrar un alivio a esa sensación de malestar. Es cierto que se experimenta alivio por un breve periodo de tiempo, pero normalmente este alivio suele durar unos pocos minutos e incrementa la ansiedad a largo plazo.

En este artículo, entenderás el porqué de esto, hablaremos sobre el uso del tabaco para reducir la ansiedad, resolveremos algunos mitos y realidades sobre fumar y te daré algunos consejos para regular la ansiedad al dejar de fumar.

¿El tabaco da ansiedad?

Alivio temporal pero insuficiente

Aunque fumar puede proporcionar un alivio momentáneo de la ansiedad, este alivio dura pocos segundos. La nicotina altera la química del cerebro, aumentando la tolerancia, que quiere decir que nuestro cuerpo se adapta al consumo regular del tabaco con el paso del tiempo, y la dependencia, que se entiende por una necesidad incontrolable de fumar, lo que lleva a una necesidad creciente de fumar para obtener el mismo efecto calmante.

Incremento de la ansiedad a largo plazo

La dependencia a la nicotina puede aumentar la ansiedad entre cigarro y cigarro debido a los síntomas de abstinencia del tabaco, que es la reacción física o mental que puede tener una persona con adicción al tabaco cuando deja de fumar. Además, la preocupación por los efectos negativos para la salud y el estigma asociado al tabaquismo puede agregar estrés adicional.

Evitación del afrontamiento real

Al recurrir al tabaco en lugar de enfrentar y manejar directamente la ansiedad, los fumadores no desarrollan estrategias de afrontamiento que les puedan ayudar en este sentido. Esto hace que se alargue más en el tiempo, tanto la adicción como la ansiedad. Imaginemos a alguien que se está enfrentando a problemas personales difíciles, como conflictos familiares o financieros.

En lugar de abordar estos problemas de frente o buscar apoyo emocional, esta persona recurre a fumar como una forma rápida de aliviar la ansiedad y la tensión emocional. Cada vez que se enfrenta a una discusión familiar o a preocupaciones financieras, fuma para sentirse momentáneamente mejor.

El acto de fumar le proporciona una distracción momentánea y puede hacer que la persona se sienta más calmada temporalmente. Sin embargo, este comportamiento no resuelve los problemas principales, ni enseña estrategias efectivas para manejar el estrés y la ansiedad a largo plazo. Por lo tanto, la persona no desarrolla habilidades de afrontamiento saludables, como podría ser la comunicación efectiva en las relaciones familiares o la planificación financiera adecuada.

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¿Por qué el efecto de alivio al fumar dura tan poco?

El efecto de alivio al fumar es debido a la nicotina, que posee un efecto calmante momentáneo en el sistema nervioso, creando así esa sensación temporal de alivio. ¿Y por qué tengo esta sensación? Porque se libera dopamina, que es un neurotransmisor asociado a la sensación de placer y recompensa. Pero siento decirte que esto es como el refrán: “pan para hoy y hambre para mañana”, ya que la nicotina proporciona un alivio momentáneo de segundos, y con el tiempo nuestro cuerpo desarrolla una tolerancia, por lo tanto, necesitaremos fumar más para sentir el mismo efecto, pero ya te adelanto que nunca volverá a ser lo mismo. Esto puede llegar a crear una dependencia e ir aumentando el consumo de tabaco, y a su vez incrementar los niveles de ansiedad cuando la nicotina no está presente en el cuerpo. Siguiendo con los refranes: “el pez que se muerde la cola”.

Mitos y realidades sobre fumar

Mito: Si me fumo un cigarro me voy a relajar y aliviar el estrés.

Realidad: El tabaco en realidad no posee propiedades relajantes, ya que es un estimulante. La aparente sensación de «alivio» que se experimenta al fumar un cigarrillo se debe a la eliminación de los síntomas de abstinencia causados por la falta de nicotina en el cerebro. Estos síntomas pueden incluir irritabilidad, ansiedad, dificultad para concentrarse, muchas ganas de fumar, aumento del apetito y problemas para dormir.

Mito: Si dejo de fumar lo voy a pasar fatal, y va a ser peor el remedio que la enfermedad.

Realidad: Es verdad que, inicialmente, al dejar de fumar, la dependencia a la nicotina causa malestar, aunque esta sensación es temporal. Sin embargo, los beneficios, que son significativos y notables, comienzan a manifestarse pocos días después de abandonar el tabaco.

Mito: Si dejo de fumar voy a engordar

Realidad: El aumento de peso al dejar de fumar no se debe únicamente a abandonar el hábito de fumar, sino también a la ansiedad por el síndrome de abstinencia. Al dejar de fumar, las personas pueden buscar sustitutos para estos momentos, como comer, lo que puede contribuir al aumento del apetito, «picotear» entre comidas, por ejemplo. También se puede buscar en la comida la gratificación y placer que provoca el tabaco a corto plazo, como una forma de tapar la ansiedad provocada por el no consumo.

¿Cómo calmar la ansiedad del tabaco?

Dejar de fumar es un gran logro que puede mejorar mucho tu salud y bienestar. Sin embargo, el camino para dejar el fumar puede ser complicado y, muchas veces, la ansiedad se convierte en una compañera no deseada. Aquí te dejo algunos consejos sencillos para manejar la ansiedad mientras dejas de fumar, haciendo que el proceso sea un poco más llevadero y menos estresante:

Ambiente relajado

Dedícate un momento tranquilo todas las mañanas y noches, donde pueda estar solo en un ambiente relajado. Esto te puede ayudar a empezar y acabar el día de una manera relajada.

Actividad física

Participa en una actividad física placentera, como dar un paseo, correr o realizar algún tipo de deporte que te guste. El ejercicio no solo reduce la ansiedad, sino que también te ayuda a mantener una actitud positiva durante el proceso.

Limita el café

Limita o evita el café. La cafeína es excitatoria y esto no nos interesa para el proceso de dejar de fumar, ya que tanto la cafeína como la nicotina son estimulantes que afectan el sistema nervioso central.

Practica técnicas de relajación

Puedes practicar la meditación u otras técnicas de relajación, como recibir un masaje, tomar un baño relajante o utilizar alguna técnica de relajación, como la relajación progresiva de Jacobson.

Cuida tu descanso

Asegúrate de tener un sueño reparador estableciendo una rutina de sueño regular y un ambiente propicio para dormir. El descanso adecuado ayuda a manejar mejor el estrés y la ansiedad.

Espero que en este artículo hayas podido entender el porqué del alivio momentáneo del tabaco y sus consecuencias. Si eres fumador, te animo a dar un primer paso y a probar a reducir tu consumo de tabaco poco a poco.

Si necesitas ayuda para hacerlo, puedes contar con nuestro equipo de psicólogos expertos en ansiedad. Te ayudarán durante tu proceso y en la gestión de la ansiedad por abstinencia.

Si conoces a alguien que está pasando por el proceso de dejar de fumar, le gustaría hacerlo o simplemente quieres mostrarle cómo afecta el tabaco en la ansiedad, comparte este artículo 🙂

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José Miguel García

Psicólogo de Centre Didoni

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